UN HOMBRE SIMPLE
Un hombre simple
de la alegre y dolorida Colombia
un hombre de letras
imágenes ficciones y sueños
dejó este mundo mezquino
un jueves santo
en un día más santo que ninguno.
En su valija etérea e infinita
se fue con su Macondo
a caminar por planetas y estrellas
a sembrar a Milagros
en cada resquicio del universo
a conversar con dioses y marcianos
en un café imaginario
con nuevos amigos con nuevas manos
con cigarros papeles pétalos amarillos
como fue su costumbre de vida en la tierra.
Vuela serpentea baila
ríe una y mil veces
libérate de tantas ataduras mundanas
que valen poco o nada
no le des un solo año de soledad
a los cometas a la sonrisa del sol
a las lluvias de meteoritos tan necesarias
a tu madre, a los contadores de cuentos
a tus putas tristes, a las esperanzas.
Gabriel, te fuiste pronto
antes que el propio Jesús
con delicadeza y prudencia
mientras América te llora
de punta a cabo
como si se nos hubiera escurrido
el agua de las manos.
Enrique Sáez Ramdohr
18 de abril de 2014